DOCENTE MEDIADOR Y NEGOCIADOR ANTE EL CONFLICTO: HACIA UNA PROPUESTA DE CENTRO EDUCATIVO SIN VIOLENCIA
"Hay circunstancias en que el liderazgo docente representa la institucionalidad por medio de la capacidad del maestro para hacer frente a los incidentes que se suscitan en el aula demostrando que es el poseedor de las propuestas solucionadoras del conflicto. El liderazgo docente se enfoca en enseñar a los estudiantes que el respeto a las normas de convivencia y disciplina representan la base de su aprendizaje basado en valores y buenas costumbres". (Samuel Monción)
El término violencia designa una conducta que supone la utilización de medios coercitivos para hacer y causar daños a otros, abusando de la libertad, satisfaciendo los intereses egoístas del propio individuo.
En este sentido, podemos clasificar a la violencia en dos dimensiones:
a) La dimensión comportamiento exterior, que se observa como fenómeno que acontece, esto se puede medir, cuantificar, observar, tanto lo que hace, realiza el alumno dentro y fuera de la escuela,
b) La dimensión con violencia intencional, que parte desde el deseo interno, desde su reflexión, acompañado de su decisión interna.
La violencia hostil es un comportamiento impulsivo, no planeado, cargado de ira, cuyo objetivo principal es causar angustia, dolor, destrozo espiritual en los demás y que surge como una reacción ante una provocación percibida; la violencia instrumental, por su parte, se considera como un medio premeditado para alcanzar los objetivos con los propósitos del mismo agresor, que no se desencadena únicamente como una reacción ante la existencia de una provocación previa, sino que se trae planeado, estudiado y armado con antelación.
La conducta violenta en la escuela es un tipo de comportamiento negativo, que tiene que ser tratado con seriedad, tiene que ser estudiado con responsabilidad. Para lograr disminuir esa violencia escolar, en nuestra sociedad, se requiere de continuos trabajos, de permanentes esfuerzos compartidos, entre todos los integrantes, llámese docentes, padres, alumnos, vecinos, comunidad entera. Es necesario presentar programas, proyectos, que hablen de lo bueno que es estar en paz con uno mismo y con los demás.
La ira y la hostilidad constantes mantienen alta la presión arterial y elevan el riesgo de tener otro problema de salud, como depresión, ataque al corazón o ataque cerebral. Los adolescentes que con frecuencia se sienten irritables y molestos, también suelen sentirse más ansiosos, estresados, tristes y fatigados. Afirmamos que, en la mayoría de los casos, los adolescentes que tienen mayor nivel de ira, están más propensos a tener problemas con la drogas, con el alcohol, con el tabaco y con los trastornos alimenticios, porque no tienen la tranquilidad suficiente para pensar, para reflexionar, haciendo que sus actos se manejen de manera impulsiva.
Las características propias de todo comportamiento violento nos lleva a buscar nuevas estrategias, nuevas formas de educar, de formar, de creer, que todos podemos aportar en la vida, lo mejor de uno mismo, para crecer y hacer crecer a nuestra propia sociedad.
Un alumno violento o agresivo en la escuela, es aquél cuya manera de comportarse es evidente, concreta, objetiva, se percibe notablemente el incumplimiento de las normas escolares que rigen la interacción en el aula o centro educativo, con la expresión de diversas conductas inadecuadas, violentas, para con los demás, que suponen agresiones, desobediencia, indisciplina, comportamientos no acorde a los valores que la institución persigue, que se sostienen en la vivencia, en la escuela, como fundamento de la formación integral.
Rechazo escolar

En otras palabras, un adolescente puede resultar poco amigable para la mayoría de sus compañeros, pero no estar sufriendo el acoso o agresiones, por parte de ellos. También un adolescente puede ser víctima de maltrato a manos de un grupo de iguales en la propia escuela, pero no necesariamente por ello ser poco querido por la mayoría de la clase. En el aula entonces experimentamos un sin fin de sucesos y situaciones. El docente tiene que estar bien preparado para saber que es lo que está sucediendo; que es lo que pasa con sus alumnos, entendiendo la realidad desde múltiples manera.
En definitiva, el rechazo escolar hace referencia al estatus social de los alumnos en la clase, al grado de aceptación social del adolescente entre sus compañeros, mientras que la victimización implica la agresión por parte de estos compañeros o un grupo de ellos. El no tener el acompañamiento del afecto, de la protección de los mismos compañeros con respecto a las victimas, hace que los alumnos que son violentados por los demás vivan la angustia y el temor, hasta la desesperación.
Para abordar la violencia escolar, hay que reconocer que los distintos factores que van potenciando el grado de agresividad, depende tanto del comportamiento de los educandos, como el de los educadores; por tal motivo, debemos evaluar los comportamientos individuales y colectivos de todos los días, en nuestro quehacer educativo.
Cada establecimiento educativo, debe trabajar con todas las experiencias de violencia, en sus distintas variables, que se presentan tanto en el ámbito escolar y extra escolar ya que éste es prolongación de lo que acontece en la escuela. Todos debemos comprender que ahondar a tiempo los problemas de agresiones es generar el espacio suficiente para solucionar de raíz el problema o encontrar posibles arreglos a la cuestión.
Sobre las agresiones entre compañeros.
En el contexto escolar encontramos una multitud de comportamientos de carácter violento, por ejemplo:
a) Los dirigidos directamente hacia objetos materiales.
b) Los dirigidos directamente hacia las personas entre pares, o sea entre los mismos compañeros.
Entre los primeros podemos distinguir los actos vandálicos como la rotura de pupitres, puertas, ventanas, vidrios, pizarrones, juntos con las pintadas de nombres, mensajes, dibujos en las paredes, etc. Entre los segundos se destacan las agresiones físicas, más las verbales hacia el profesor o a compañeros, y los problemas graves de disciplina en el aula como la desobediencia al reglamento interior.

El comportamiento violento en las escuelas está adquiriendo un interés creciente entre la comunidad educativa y científica, se está dando a conocer con este nuevo concepto, "bullying o acoso, que es el término con que designamos el comportamiento de los que maltratan sistemáticamente a otros seres humanos mediante abuso de fuerza, de autoridad o de superioridad social o intelectual".
El bullying ha sido objeto de estudio desde finales de los años 70 y principios de los 80 en países como Noruega, Suecia y Finlandia. De hecho, es en Noruega donde encontramos a uno de los grandes pioneros en su estudio, Olweus, quien lo define como una conducta de persecución física y psicológica que realiza un alumno hacia otro, al que elige como víctima de repetidos ataques.
Por otro lado, el bullying implica conductas que podemos clasificar, como perjudiciales para los pares, porque se manifiesta con las agresiones, como violencia interna y externa. En este sentido, ser objeto de bullying implica que un estudiante puede verse sometido a una cantidad de comportamientos, agresivos por parte de otro estudiante, que le dice cosas desagradables, utilizando permanentes burlas, tratando de ignorarlo completamente, para lograr aislarlo socialmente, para lograr excluirlo del grupo de amigos, proporcionándoles todo tipo de agresiones tanto físicas como psicológicas.
En lo físico sobresalen los golpes, patadas, trompadas, los empujones y las amenazas; en el aspecto psicológico se manifiestan las mentiras, las injurias, las calumnias, los falsos rumores, para tratar finalmente de convencer a los demás para que no se relacionen con él.
Los alumnos violentos pierden las motivaciones por el estudio.
Los alumnos que son violentos, no siempre están interesados por el aprendizaje, No siempre están motivados para adquirir nuevas capacidades de estudio. Estas cuestiones todos los educadores tenemos que formularnos a la hora de educar, a la hora de ayudar a nuestros jóvenes a que adquieran el valor del esfuerzo, con el sacrificio, para conseguir los mejores resultados en las aulas, en los momentos del proceso de enseñanza y aprendizaje educativo. Los docentes podemos hacer mucho, pero tenemos que tener presente, que cada escuela, cada aula es un mundo, que las estrategias pedagógicas, requieren de un diagnóstico preciso. y requieren del trabajo en el proceso de todos los actores.
Consideramos que debemos replantearnos en torno a la función de la escuela en el contexto actual, proponer alternativas viables que incluyan a todos sus miembros, sus alumnos, las autoridades, sus docentes, el personal administrativo, donde la escuela debe recuperar su misión de formar ciudadanos, capaces de mejorar la calidad de vida, colaborando en la construcción de una sociedad justa, fraterna, democrática, participativa; es decir, enseñando valores.
Cómo se incrementa la violencia en las aulas?
Es necesario la prevención tomando en cuenta algunas características que presentan los alumnos:
A) Ausencia de empatía: Es la incapacidad para reconocer el estado emocional de otras personas.
B) Baja autoestima: Es tener la percepción negativa de sí mismo.
C) Impulsividad: Es la falta de control de los impulsos que lleva a actuar y decir las cosas sin pensar.
D) Egocentrismo: es la exageración en la exaltación de la propia personalidad por la que la persona se considera el centro de toda la atención.
E) Fracaso escolar: Se manifiesta como bajo rendimiento escolar, que puede llevar incluso al abandono escolar.
F) Consumo: Generalmente se da en los adolescentes y jóvenes por consumir alcohol y drogas.
G) Maltratos: Esta experiencia traumática, es lo que más perjudica la vida de los niños, cuando lo reciben de su familia, de sus vecinos y amigos.
H) Excesivo nerviosismo: La presencia de una gran sensibilidad, acompañada de la impulsividad, que no nos permite utilizar la conciencia con el razonamiento para volver a dominar nuestro ser con la paz interior, que es la tranquilidad del alma.
CONCLUSIONES
DOCENTES ESPECIALISTAS EN MEDIACIÓN Y PREVENCIÓN DE VIOLENCIA
Para lograr el éxito en la prevención de la violencia en el Centro Educativo los docentes deben:a) Adquirir competencias mediante una formación permanente, con sus respectivas actualizaciones y especializaciones, para que se desempeñen en las aulas con mayor facilidad, para el enseñar y aprender.

c) El educador debe manejar distintas herramientas que le ayude a negociar, sobre todo en la mediación de conflictos, que a menudo encontramos en los distintos ámbitos educativos y se ven reflejados en las aulas.
d) Debemos enseñar a pensar y actuarteniendo presente los derechos de los demás, sosteniendo que ésta puede ser una forma de intervenir, de participar, teniendo así la capacidad para resolver diferencias, que puedan presentarse en el contexto escolar.
"Pensamos que la violencia, que se está desplegando con virulencia dentro de las escuelas, debe ser pensada como fenómeno multicausal, sin perder de vista que ha sido la sociedad posmoderna y globalizada económica y culturalmente la que ha nombrado ciertos hechos violentos como violencia escolar, sin preguntarse cuál es su origen, ni cómo se desarrolla". (Osorio, Fernando, 2008: "Violencia en las Escuelas". Ed Noveduc. Argentina)
Anteriormente manifestamos que la violencia, en nuestros jóvenes es multicausal, por ello debemos seguir trabajando para desarrollar en nuestros niños todos los valores que ayuden a vivir, la paz, la alegría y el amor, en las distintas etapas evolutivas que les tocará transitar. El trabajo, en el que nos hemos embarcado, requiere un proceso, de todo un acompañamiento, para lograr lo óptimo, en la formación integral.
Extraido de:
"Cómo abordar la violencia escolar"
por Amarilla Adolfo Andrés AMARILLA
http://www.monografias.com/trabajos98/como-abordar-violencia-escolar/como-abordar-violencia-escolar.shtml
http://www.monografias.com/trabajos98/como-abordar-violencia-escolar/como-abordar-violencia-escolar.shtml